Bueno! Hacía mucho tiempo que no posteaba algo asi que ahora, y con el reciente estreno de COD MW3... he decididido escribir.
Bueno en principio, ya por las buenas, ha superado en ventas a Black Ops en solo una semana.
Mi primera impresión fue muy, muy, muy buena. Este nuevo COD a diferencia de Black Ops... ha superado con creces el rendimiento del segundo. El lagg/ping es casi inexistente para mi con:
-4GB de RAM
-Tarjeta gráfica de 512 MB ATI RADEON HD
-Intel Pentium processor T4300 (2.1Ghz [Es un portatil])
-ADSL 10MB de Movistar
A continuacion un video de un GAMEPLAY:
Análisi según 3DJUEGOS:
Quizá injustamente denostada por las prácticas comerciales de sus distribuidores, la saga Call of Duty goza de una sorprendente mala prensa en la mayoría de círculos de usuarios. Los precios altos de sus productos retail, lo caros que resultan sus packs de mapas y el hecho de que Infinity Ward y Treyarch solapen sus trabajos para que haya una entrega cada año son elementos que han demonizado a Activision hasta tal punto, que muchos olvidan la enorme calidad que esconden los productos que estos dos estudios producen para ella.
En 3DJuegos, sin embargo, siempre hemos buscado abstraernos de toda esta corriente negativa que rodea a la franquicia, y valorar a sus productos como lo que son, una veterana saga de acción bélica que ha procurado excepcionales réditos en cuanto a diversión y entretenimiento a millones de aficionados de todo el mundo. Lo fácil hubiera sido unirse a la corriente destructiva con la IP bélica y haberlo machacado, pero eso hubiera resultado injusto, especialmente teniendo en cuenta la alta calidad de sus lanzamientos y el concepto revolucionario del spin-off Modern Warfare que es, de hecho, uno de los focos más importantes en cuanto al progreso que ha experimentado el género de la acción bélica en primera persona en los últimos tiempos. Y es que sus sistemas persistentes de progreso, sus adictivas mecánicas de perks y sus apasionantes modalidades han sido la gran inyección de innovación que el género bélico necesitaba tras unos primeros compases de siglo XXI en el que casi todas sus propuestas obedecían a cansinos conceptos de Segunda Guerra Mundial.
Hasta la llegada del primer salto a la guerra contemporánea por parte de Infinity Ward, éstos juegos históricos inundaban las estanterías de los comercios de videojuegos con productos geniales como los primeros Call of Duty o Brothers in Arms, y en otras ocasiones discretísimos, pero preocupantemente hipertrofiados en cualquier caso.
Ahora, en pleno año 2011, llega la tercera entrega de esta sub-saga, el episodio que cierra la trilogía que nos ha llevado en un conflicto mundial creciente hasta la invasión sobre los Estados Unidos por parte de la "amenaza roja". ¿Un topicazo? Seguro, y probablemente de los más infantiles, pero también una excusa para disfrutar de algunos de los más espectaculares y eficaces tiroteos del año. Modern Warfare 3 pierde por el camino el concepto innovador y precursor de los dos primeros episodios de esta serie, pero mantiene muchos de los elementos más característicos como su aparatoso espectáculo de acción o su homenaje al cine de acción más palomitero de la factoría hollywoodiense.
Made in América -Campaña Individual-
El Modo Historia de este Modern Warfare 3 adolece de los mismos defectos y goza de las mismas virtudes de lo que han venido siendo los productos de Infinity Ward como estudio desde sus primeros títulos de la saga Call of Duty. Esto significa entre lo positivo campañas con una intensidad poco menos que inigualable y con un componente de aparatosidad que roza lo épico y, en el lado menos brillante de la moneda, entretenimientos de una brevedad que resulta irritante para cierto perfil de aficionados. Para luchar contra ello la franquicia siempre ha ofrecido el demoledor nivel de dificultad Veterano, con un nivel de reto de impresionante desafío, y con un componente de resistencia por parte del enemigo que nos obliga a maximizar las posibilidades de sus respetablemente grandes y, a menudo, laberínticos escenarios a la hora de sacar el máximo provecho de nuestras habilidades de comando.
La historia continúa los hechos donde los dejaba la segunda entrega de los spin-off, y además, ofrece la posibilidad de volver a entrar en contacto con veteranos protagonistas de la franquicia como Soap o Price. En la fiel tradición de los trabajos precedentes de Infinity Ward, encarnamos una vez más a varios protagonistas al mismo tiempo, héroes diferentes en lugares distintos del planeta Tierra que simultanean sus misiones para luchar contra el terrorismo a escala mundial.
El juego comienza como una montaña rusa y no detiene sus subidas y bajadas en ningún momento del modo historia, con una apertura espectacular y un ritmo in-crescendo que nos lleva por varios lugares de diferentes continentes y que nos sitúa en situaciones límite de forma constante. Como es costumbre sólo nos llevará unas cinco horas superar la oferta off-line del programa, una duración que lamentablemente se ha estandarizado como patrón habitual del género y que parece ser la adecuada para que Infinity Ward refine su fórmula de flamígero espectáculo de acción sin resultar agotadora por una sobreexposición.
La historia, como es costumbre en la saga, tiene una importancia minúscula en el conjunto de su oferta jugable. Los hechos que comenzaban a vislumbrarse en Modern Warfare 2 se desatan definitivamente en esta tercera parte, y la ofensiva sobre Estados Unidos y el resto de países del mundo libre alcanza aquí un nuevo nivel de destrucción y desesperanza. Como el jugador rápidamente detectará, se trata únicamente de proporcionarnos objetivos que nos lleven de un punto a otro del planeta con mayor o menor dinamismo, y que nos permitan llevar a cabo guiños a héroes y situaciones habituales de la franquicia en un carrusel de secuencias de acción gloriosas que elevan la acción bélica a algunos de los picos más altos de los videojuegos recientes en cuanto a intensidad.
Si la saga Battlefield apuesta por un mayor realismo y Homefront por la crudeza, Modern Warfare por el contrario lo hace por la pirotecnia más descarada y el tiovivo de sensaciones más desatado. El guión no importa, de hecho hemos pasado por él muy por encima en este análisis, se trata únicamente de que el jugador se sienta partícipe de una guerra breve pero de enorme vigor en la que también hay lugar para los momentos crudos (hay una secuencia muy en la línea de lo visto en Modern Warfare 2 con el aeropuerto, pero en esta ocasión centrada en una familia de vacaciones en Londres), pero que sobre todo busca el entretenimiento por el entretenimiento. Tan sencillo como eso.
Bueno en principio, ya por las buenas, ha superado en ventas a Black Ops en solo una semana.
Mi primera impresión fue muy, muy, muy buena. Este nuevo COD a diferencia de Black Ops... ha superado con creces el rendimiento del segundo. El lagg/ping es casi inexistente para mi con:
-4GB de RAM
-Tarjeta gráfica de 512 MB ATI RADEON HD
-Intel Pentium processor T4300 (2.1Ghz [Es un portatil])
-ADSL 10MB de Movistar
A continuacion un video de un GAMEPLAY:
Análisi según 3DJUEGOS:
Quizá injustamente denostada por las prácticas comerciales de sus distribuidores, la saga Call of Duty goza de una sorprendente mala prensa en la mayoría de círculos de usuarios. Los precios altos de sus productos retail, lo caros que resultan sus packs de mapas y el hecho de que Infinity Ward y Treyarch solapen sus trabajos para que haya una entrega cada año son elementos que han demonizado a Activision hasta tal punto, que muchos olvidan la enorme calidad que esconden los productos que estos dos estudios producen para ella.
En 3DJuegos, sin embargo, siempre hemos buscado abstraernos de toda esta corriente negativa que rodea a la franquicia, y valorar a sus productos como lo que son, una veterana saga de acción bélica que ha procurado excepcionales réditos en cuanto a diversión y entretenimiento a millones de aficionados de todo el mundo. Lo fácil hubiera sido unirse a la corriente destructiva con la IP bélica y haberlo machacado, pero eso hubiera resultado injusto, especialmente teniendo en cuenta la alta calidad de sus lanzamientos y el concepto revolucionario del spin-off Modern Warfare que es, de hecho, uno de los focos más importantes en cuanto al progreso que ha experimentado el género de la acción bélica en primera persona en los últimos tiempos. Y es que sus sistemas persistentes de progreso, sus adictivas mecánicas de perks y sus apasionantes modalidades han sido la gran inyección de innovación que el género bélico necesitaba tras unos primeros compases de siglo XXI en el que casi todas sus propuestas obedecían a cansinos conceptos de Segunda Guerra Mundial.
Hasta la llegada del primer salto a la guerra contemporánea por parte de Infinity Ward, éstos juegos históricos inundaban las estanterías de los comercios de videojuegos con productos geniales como los primeros Call of Duty o Brothers in Arms, y en otras ocasiones discretísimos, pero preocupantemente hipertrofiados en cualquier caso.
Ahora, en pleno año 2011, llega la tercera entrega de esta sub-saga, el episodio que cierra la trilogía que nos ha llevado en un conflicto mundial creciente hasta la invasión sobre los Estados Unidos por parte de la "amenaza roja". ¿Un topicazo? Seguro, y probablemente de los más infantiles, pero también una excusa para disfrutar de algunos de los más espectaculares y eficaces tiroteos del año. Modern Warfare 3 pierde por el camino el concepto innovador y precursor de los dos primeros episodios de esta serie, pero mantiene muchos de los elementos más característicos como su aparatoso espectáculo de acción o su homenaje al cine de acción más palomitero de la factoría hollywoodiense.
Made in América -Campaña Individual-
El Modo Historia de este Modern Warfare 3 adolece de los mismos defectos y goza de las mismas virtudes de lo que han venido siendo los productos de Infinity Ward como estudio desde sus primeros títulos de la saga Call of Duty. Esto significa entre lo positivo campañas con una intensidad poco menos que inigualable y con un componente de aparatosidad que roza lo épico y, en el lado menos brillante de la moneda, entretenimientos de una brevedad que resulta irritante para cierto perfil de aficionados. Para luchar contra ello la franquicia siempre ha ofrecido el demoledor nivel de dificultad Veterano, con un nivel de reto de impresionante desafío, y con un componente de resistencia por parte del enemigo que nos obliga a maximizar las posibilidades de sus respetablemente grandes y, a menudo, laberínticos escenarios a la hora de sacar el máximo provecho de nuestras habilidades de comando.
La historia continúa los hechos donde los dejaba la segunda entrega de los spin-off, y además, ofrece la posibilidad de volver a entrar en contacto con veteranos protagonistas de la franquicia como Soap o Price. En la fiel tradición de los trabajos precedentes de Infinity Ward, encarnamos una vez más a varios protagonistas al mismo tiempo, héroes diferentes en lugares distintos del planeta Tierra que simultanean sus misiones para luchar contra el terrorismo a escala mundial.
El juego comienza como una montaña rusa y no detiene sus subidas y bajadas en ningún momento del modo historia, con una apertura espectacular y un ritmo in-crescendo que nos lleva por varios lugares de diferentes continentes y que nos sitúa en situaciones límite de forma constante. Como es costumbre sólo nos llevará unas cinco horas superar la oferta off-line del programa, una duración que lamentablemente se ha estandarizado como patrón habitual del género y que parece ser la adecuada para que Infinity Ward refine su fórmula de flamígero espectáculo de acción sin resultar agotadora por una sobreexposición.
La historia, como es costumbre en la saga, tiene una importancia minúscula en el conjunto de su oferta jugable. Los hechos que comenzaban a vislumbrarse en Modern Warfare 2 se desatan definitivamente en esta tercera parte, y la ofensiva sobre Estados Unidos y el resto de países del mundo libre alcanza aquí un nuevo nivel de destrucción y desesperanza. Como el jugador rápidamente detectará, se trata únicamente de proporcionarnos objetivos que nos lleven de un punto a otro del planeta con mayor o menor dinamismo, y que nos permitan llevar a cabo guiños a héroes y situaciones habituales de la franquicia en un carrusel de secuencias de acción gloriosas que elevan la acción bélica a algunos de los picos más altos de los videojuegos recientes en cuanto a intensidad.
Si la saga Battlefield apuesta por un mayor realismo y Homefront por la crudeza, Modern Warfare por el contrario lo hace por la pirotecnia más descarada y el tiovivo de sensaciones más desatado. El guión no importa, de hecho hemos pasado por él muy por encima en este análisis, se trata únicamente de que el jugador se sienta partícipe de una guerra breve pero de enorme vigor en la que también hay lugar para los momentos crudos (hay una secuencia muy en la línea de lo visto en Modern Warfare 2 con el aeropuerto, pero en esta ocasión centrada en una familia de vacaciones en Londres), pero que sobre todo busca el entretenimiento por el entretenimiento. Tan sencillo como eso.